Aprovechando el caudal del arroyo por las lluvias de fin de año, decidimos hacer este raid el día 31 de diciembre. Habíamos hecho un cálculo aproximado del tiempo que nos demandaría, teniendo en cuenta la correntada (muy favorable en esos días) y los kilómetros a recorrer, y tal cual lo estimado pudimos culminarlo en 6 horas, llegando al balneario municipal de Arrecifes.
Si bien para esa época el nivel del agua había descendido y se podía apreciar hasta donde había crecido el arroyo dejando sus huellas en los puentes y en los árboles, todavía estaba muy por encima de su caudal habitual. Tal es así que durante muchos pasajes en su extensión, íbamos remando a la altura de la copa de los arboles y sus aguas invadían los campos que lo acompañan en su serpenteo.
A medida que avanzábamos nos sorprendíamos de su belleza natural; el curso de agua abrazado casi en la totalidad de su recorrido por frondosas arboledas de variadas especies y las diferentes aves que podíamos ver y escuchar, convertían el raid en un verdadero placer.
Cruzamos los puentes que unen los pueblos de la zona y unos kilómetros antes de llegar a Arrecifes, se unifica con el río Salto. A partir de allí la correntada se incrementó de manera notable hasta la llegada al balneario.
Un punto en contra para resaltar es la inmensa cantidad de plástico (bolsas, envases, etc) que está por todos lados. En otra entrada de este blog hicimos referencia de lo que contamina y mata el plástico; y si bien nosotros como simples ciudadanos no tenemos el poder para hacerlo desaparecer, que todo ese plástico está allí, tirado en las aguas del arroyo y en su ribera, es obra nuestra. Es lamentable que muchos ciudadanos tengan una conducta tan desinteresada y descuidada.
No obstante esto último que molesta y que debería cambiar con una conciencia ambiental, es indudable que volveremos a remar por las aguas de nuestro arroyo, practicando el deporte que tanto nos gusta y tomando contacto con la naturaleza.
